Este pasado verano, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación reconoció, por primera vez, a 84 viñedos de la DOCa. Rioja la condición de “singulares”, de los cuales 10 pertenecen a nuestra Bodega Valdelana, recibiendo de manos del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas, el certificado acreditando nuestros diez viñedos singulares.
Detrás de este nuevo proyecto está Juan Valdelana, quien lleva varios años buscando estos terrenos tan particulares que puedan generar vinos de máxima calidad. Un objetivo nada sencillo teniendo en cuenta que para que una viña sea considerada con esta distinción tiene que cumplir los siguientes requisitos:
- Extensión del viñedo Inferior a un municipio, pudiendo comprender una o varias parcelas.
- Edad mínima del viñedo: 35 años.
- Producción máxima: 5.000 kilos por hectárea para variedades tintas y 6.922 para blancas.
- Vendimia: Manual.
- Rendimiento máximo de transformación: 65%
- Titular: El viñedo ha de ser en propiedad o arrendado con una producción exclusiva de 10 años.
- Doble calificación: La inicial, como todos los riojas, y una previa a la salida al mercado. Debe alcanzar la valoración de ‘excelente’.
Varios se encuentran en las inmediaciones de Elciego, pero también los hay en Laguardia, Leza y Navaridas, datando la mayor parte de 1920. Pero casi tan compleja como su localización es su explotación, ya que exige una completamente manual en la que no puede entrar en juego ningún producto fitosanitario, máquina o incluso animal. Son fincas donde no es nada fácil trabajar, por lo que todo pasa por las manos.
De tal viñedo, tal vino
Para entender la propuesta de los viñedos singulares, fue a mediados de 2017 cuando la Denominación de Origen Calificada Rioja quiso empezar a identificar un origen más específico para ciertos vinos, tal y como ya ocurre en otros países de gran tradición enológica como Francia.
Tal y como se muestra en la imagen, las etiquetas de la Doc Rioja incluirán ahora una información más específica sobre el origen del vino, facilitando así que los consumidores puedan distinguir a simple vista la calidad del producto que tienen delante. Y es que trabajar con las uvas provenientes de unos viñedos así es garantizar, año tras año, una vendimia y producción de vino de máxima calidad. Una calidad como la que merecen nuestros consumidores. Porque unos consumidores singulares, merecen unos viñedos y vinos singulares.